No será la primera vez, ni la última. Cada uno de nosotros se enfrenta a diario a una hoja en blanco, cada día es una hoja en blanco, la diferencia la hace la actitud con que se enfrente, o tomando las riendas o dejándose llevar por lo que venga, pero jamás, ¡jamás por lo que nos diga otro!
Mañana domingo 25 de octubre de 2020 tenemos una gran oportunidad. La oportunidad de tomar la riendas de Chile y allanar el camino para escribir juntos un nuevo relato de Chile y La Florida.
Sin entrar en tecnicismos, que de nada sirven en cuestiones del amor. El plebiscito de mañana nos enfrenta a una hoja en blanco. Apruebo o Rechazo una nueva Constitución, que se escriba mediante una Convención Mixta o Convención Constitucional.
¿Por qué una nueva Constitución es cuestión amor? Porque habla de un elemento en común, en este caso un documento que debería unirnos y no dividirnos, es lógico pensar que si el fin es unirnos éste debería al menos ser escrito por nosotros, o por quienes nosotros facultemos. Siendo así, y tratándose de nosotros, este documento debería comenzar definiendo quiénes somos, qué queremos y hacia adónde vamos.
El plebiscito de mañana tiene que ver con el amor al prójimo, la dignidad y los sinceros deseos de incluir a los excluidos y hacer que los privilegios sean la normalidad y no la división, porque todos somos iguales en deberes, también deberíamos ser iguales en derechos y oportunidades, a fin de cuentas somos todos seres humanos autorrealizando nuestra existencia, viviendo un instante de un viaje breve como es la vida. Que hermoso sería que todos pudieran autorrealizar su humanidad.
Mañana Apruebo y Convención Constitucional, por Chile y todos los chilenos, por La Florida y todos los floridanos, por las nuevas generaciones, por usted, por mí mismo.
Si usted le teme a lo desconocido, padece de resistencia al cambio, no le gusta que le revuelvan el gallinero, es de los que cree que no es necesario destruir la casa si se puede remodelar… con respeto le digo: el futuro no existe, lo escribe usted, podemos escribirlo juntos; el cambio es lo único constante, todo está en constante transformación, ¿por qué una Constitución debería ser la excepción?; cuando el gallinero es suyo que no se lo revuelvan, con esta Constitución actual el gallinero no es suyo, ni mío, es de algunos, los mismos de siempre; nadie puede vivir en una casa sobre una estructura frágil basada en privilegios para algunos, menos en un país sísmico como el nuestro.
¡A votar por el Apruebo, vecino. Sin temor a la hoja en blanco, tenemos la oportunidad de escribir juntos el nuevo relato de Chile y La Florida.